Todos los participantes añaden sus ideas, inspirados en eventos virtuales realizados en todo el mundo por los organizadores locales de cada ciudad. La ciudad con más ideas recibirá el premio a la ciudad más creativa.
Niños, jóvenes y adultos que no tienen acceso a educación de calidad por su ubicación geográfica o situación socieconómica.
La educación universal, entendida como el acceso libre y en ciertos casos gratuito a educación de calidad, debe ser una prioridad global.
La tecnología es la base para que exista educación universal y ésta última debe estatuir principios éticos de vida, libertad, dignidad, privacidad, paz, honestidad, respeto a la naturaleza y a los demás, autocontrol, comunicación, generosidad, empatía, tolerancia, modestia, todo aquello que nos humaniza; ser humano como el ideal del Creador, quien nos confía la libertad.
La educación es pilar de la sociedad. Su alcance debe ser moral, resiliente, inclusivo, participativo y puede ser universal si las escuelas, colegios y universidades privados y públicos abren técnicamente al mundo el acceso gratuito a sus plataformas de enseñanza virtual. En las plataformas de educación virtual la posibilidad de interacción con el profesor sería prioritaria para quien paga una pensión o pertenece a una nacionalidad específica pero no es exclusiva, es decir, en función del tiempo disponible de preguntas y respuestas quienes no pagan una pensión, ni contribuyen con impuestos podrían también interactuar. Métodos de evaluación por tabulación digital de datos, exámenes de opción múltiple o la metodología de elaboración de proyectos en lugar de exámenes pueden permitir que programas o IA acompañen la evolución académica y retroalimenten sobre oportunidades de mejora a los estudiantes por así decirlo becados, aquellos que acceden de manera gratuita a la educación virtual.
Si algo aprendimos de la tragedia pandémica que hemos vivido más de dos años, es que no es necesario vivir en el Metaverso para estudiar y trabajar desde nuestras casas. La necesidad es la madre de la creatividad y la invención; todas las instituciones educativas encontraron la manera de seguir enseñando. Esa manera de enseñar podría llegar a cientos de miles de nuevos estudiantes en el mundo y puede incluso mejorar para que llegue a millones de estudiantes si ahora que las clases vuelven a ser presenciales, se comparte mediante cámaras, presentaciones, pizarras electrónicas, inteligencia artificial y otras tecnologías la interacción del profesor con sus alumnos e incluso se le permite participar a los estudiantes virtuales sin demérito de la calidad de educación que reciben los estudiantes presenciales.
En este punto la educación no solo es un derecho sino un deber, obligatoria para todos, con la intención de personalizarla año tras año en función de las aptitudes e intereses del estudiante, así como las necesidades de la sociedad. Todo esto es perfectible gracias al vasto océano de conocimiento y metodologías de educación que existe en los diferentes idiomas y en combinación de estos según las destrezas lingüísticas que el estudiante adquiere o gracias a la ayuda que brindan los programas traductores simultáneos. Los dos o tres primeros años de educación formal debe ser presencial y a esto deben estar encaminados los esfuerzos gubernamentales, el poder asegurar que todos los niños aprendan a leer, escribir, matemáticas básicas, una lengua adicional de las más habladas que no sea la nativa, a utilizar los medios digitales y computacionales para el aprendizaje en los años venideros.
De igual manera es indispensable que el Internet y recursos computacionales estén al alcance de todos, lo que para el grupo de menores ingresos en una sociedad podría significar gratuidad del servicio de Internet y entrega en donación de computadoras o tabletas diseñadas para el aprendizaje. Esto es responsabilidad del estado y debe garantizarlo para todos los ciudadanos al igual que los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, alcantarillado, recolección de basura clasificada para reciclar, seguridad, trabajo y salud. Si la empresa privada coadyuva a alcanzar estos objetivos más allá de sus obligaciones tributarias, la sociedad en general habrá ganado.
1. Acceso a Educación de Calidad para cientos de miles de personas.
2. Disminución de la delincuencia y corrupción.
3. Sociedades más éticas y comprometidas con el ambientalismo y desarrrolo nacional.
4. Evitar que las crisis que se viven en países en vías de desarrollo estallen perjudicando a paises desarrollados con migración no planificada, proliferación del hampa y escasez de recursos.
5. Crecimiento económico sostenible.
6. Erradicación de la ignorancia, fanatismo, intolerancia, idolatrismo, maldad y estupidez como la entendía Bonhoeffer.