All participants will add their ideas, inspired by virtual events held around the world by the local organizers of each city. The one with the most ideas will receive the award for the most creative city.
El Covid-19 ha revelado la fragilidad y crueldad del sistema económico capitalista. Este tiempo de confinamiento nos ha volcado a una individualización extrema, en donde lo material carece de importancia y las relaciones socioafectivas se vuelven trascedentales. El ritmo de vida frenético de consumo y sobre producción que llevábamos, elevaron nuestro ego, nos impusimos a las otras especies que componen la Naturaleza. Nuestro carácter depredador ha aniquilado ecosistemtas enteros y ha provocado una polarización extrema de una brecha social, entre los dueños de los medios de producción (la minoría) y los que son la fuerza productiva (las mayorías). Lo cierto es que esta cadena de injusticia y desigualdad social histórica, ha sido un total desastre para la vida, para millones de personas se trata de una lucha día día para sobrevivir. El coronavirus pone en riesgo la susbistencia global, en donde los que tienen dinero, tienen derechos, a tener una buena salud y alimentación. Por otro lado, se pone de manifiesto las necesidades vitales para garantizar la vida, y una de ellas sin duda es la alimentación, sana y saludable, es decir la soberanía alimentaria, con conciencia de clase y ecológica, que no es lo mismo que la "seguridad alimentaria" que se nos vende desde la ONU-FAO y sus empresas financiadoras que impulsan la agroindustria.
Para alcanzar este nivel conciencia social, es preciso tener capacidad de autonomía, que no es igual a la individualidad que establece el neoliberalismo. Ser autónomo, implica llegar a un alto nivel de pensamiento crítico, y de ser conciente de las propias capacidades para transformar(se), así como de las limitaciones que nos superan. En sentido, ser autónomo es ser responsable de la propia vida y de los demás, en libertad sin influencias externas, ya que se comprende que dependemos inherentemente de los otros y otras para recrear la vida. Por lo cual, para alcanzar la soberanía alimentaria y autonomía colectiva, implica un proceso de reconocimiento de lo propio, de la identidad personal y colectiva, de la conexión con el territorio y del valor de la comunidad. La comunidad, se torna así en la base que sostiene y regula la existencia común en armonía con la Naturaleza, es el tejido que reconstruye las relaciones afectivas, humanas y solidarias, que tanto se precisa ahora en esta época de crisis.
En este sentido, es necesario repensar nuestra relación con la naturaleza, desde lo más elemental: la agricultura en comunidad. Es por ello, que en principio para que una acción sea sostenible, no puede fundamentarse en la obtención de dinero perse, sino, en la posibilidad de generar e instalar capacidades locales, para el eco-emprendimiento, y la sostenibilidad en relaciones de horizontalidad y equidad, tanto en contextos rurales y urbanos. Y par ello se necesita a la educación, en específico desde el ámbito de la pedagogía socioambiental.
La propuesta por tanto, consiste en la creación de huertas comunitarias en espacios públicos o donados, a través de un sistema cooperativo, de intercambio-trueque (sin el uso dinero diectamente) para todas las fases de producción y distribución.
Comunidades en condiciones de vulnerabilidad social.
La propuesta de huertas comunitarias para el ecoemprendimiento, puede desarrollarse en cualquier barrio o comuna.Esta propuesta se sustenta una una tesis doctoral en Educación por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), que titula: Educación popular ambiental y empoderamiento, en la sociedad de sumak kawsay de Ecuador: la experiencia investigadora del proyecto comunitario Convento eco-emprende" (Cevallos, B., 2019). Esta tesis, aporta con una metodología de investigación acción participativa, denominada "Metodología de interacción socioeducativa para el empoderamiento comunitario - MISEC", (Cevallos y Úcar, 2019) la cual establece seis pasos secuenciales, para la generación de procesos de ecomprendimiento comunitario, en diversos contextos sociales.
Los microprocesos y actividades específicas, las definen las personas involucradas en cada caso, siendo fieles a los principios ideológicos y teóricos que se establecen para una Investigación Acción Participativa, desde el paradigma socio crítico de las ciencias (Fals Borda, O.).
La idea es provocar participación local y generar empodermamiento en las personas, para crear proyectos sostenibles, en el tiempo y con el ambiente; y de esta forma garantizar una vida en plenitud de las comunidades y sus territorios.
- garantizar la soberanía alimentaria de las personas y sus comunidades
- contribuir a la distribución equitativa de la riqueza
- mitigar los efectos del cambio climático desde la agroecología
- reconstruir tejidos sociales, desde la paz, justicia e igualdad
- promover autonomía y empoderamiento social